Cómo las fugas de aire afectan la eficiencia de las ventanas y qué hacer al respecto

¿Sientes corrientes de aire cerca de tus ventanas o notas cambios bruscos de temperatura en casa? Probablemente tengas un problema de fugas de aire.
Este fenómeno ocurre cuando el aire pasa por pequeñas aberturas o grietas en el marco o alrededor de la ventana. Aunque parezcan insignificantes, estas fugas pueden afectar seriamente tu confort y tus gastos de energía.

Si quieres saber con precisión cuánta pérdida de aire hay en tu vivienda, lo ideal es contratar a un profesional para una auditoría energética completa. Así podrás identificar las zonas donde se necesita más aislamiento y tomar las medidas adecuadas.

No obstante, también puedes aplicar algunos métodos sencillos por tu cuenta.

Causas comunes de las fugas de aire en las ventanas

Las fugas de aire suelen indicar un problema de eficiencia o un daño estructural en las ventanas. Antes de reparar, es importante encontrar la fuente exacta de la fuga.

Daños estructurales

Las ventanas antiguas o deterioradas son una de las causas más comunes. Como cualquier otro componente del hogar, las ventanas se degradan con el tiempo, lo que aumenta el riesgo de fugas.
Afortunadamente, existen varias soluciones para mejorar su eficiencia, como la instalación de una lámina aislante para vidrios.

Estas láminas mejoran el aislamiento térmico, aumentan el confort, reducen el consumo energético y pueden ayudar a resolver el problema de las corrientes de aire.
En comparación con la sustitución completa de las ventanas, las láminas aislantes son una opción más económica y fácil de instalar.

Antes de aplicarlas, asegúrate de que las ventanas estén en buenas condiciones para evitar agravar daños existentes.

Sellos defectuosos

Los sellos dañados o envejecidos también son una causa frecuente de fugas de aire.
Normalmente fabricados en goma, los sellos se utilizan para mantener el aire entre los cristales en las ventanas de doble o triple acristalamiento.
Cuando se deterioran, permiten la entrada de aire frío y pueden generar condensación y daños por humedad alrededor de las ventanas.

Mala instalación

Una instalación deficiente es otra de las causas principales. Este problema puede deberse tanto a un trabajo profesional mal realizado como a un intento de instalación DIY.
Aplicar sellador de silicona o espuma expansiva puede servir como solución temporal, pero si la instalación es defectuosa, será necesario repetir el trabajo correctamente.

Cómo detectar las fugas de aire

Antes de llamar a un experto, puedes identificar las fugas con algunas pruebas sencillas que puedes hacer tú mismo.

Método DIY

• Prueba táctil: pasa la mano alrededor del marco, los bordes y las esquinas. Si sientes movimiento de aire, hay una fuga.
• Prueba con vela o incienso: enciende una vela o un bastoncillo de incienso y acércalo a la ventana. Si la llama o el humo se mueven, el aire está entrando.
• Inspección visual: observa si hay grietas visibles o luz que entra por los bordes de la ventana.
• Busca condensación: la acumulación de humedad o empañamiento puede indicar un sellado roto y mala eficiencia.

Método profesional

• Prueba de puerta presurizada (blower door test): los técnicos utilizan un ventilador para despresurizar la vivienda e identificar los puntos de fuga de aire.
• Escaneo térmico por infrarrojos: con una cámara térmica se visualizan las diferencias de temperatura, detectando fugas y zonas con aislamiento deficiente.

Cómo mantener la eficiencia de las ventanas durante todo el año

Mantener las ventanas en condiciones óptimas no es un trabajo de una sola vez. Una buena rutina de mantenimiento prolonga su vida útil y previene nuevas fugas de aire.
Aquí tienes una lista de tareas básicas para garantizar que tus ventanas sean eficientes todo el año:

• Revisa el sellador y la silicona: con el tiempo, el sellador pierde adherencia. Verifica los marcos y uniones al menos una vez al año y reaplica si es necesario.
• Sustituye las juntas desgastadas: el uso constante aplana las juntas, reduciendo su eficacia. Sustituirlas asegura un cierre hermético.
• Limpia los rieles y marcos: el polvo y la suciedad pueden impedir un cierre adecuado. Limpia al menos dos veces al año.
• Revisa las láminas para vidrios: si usas láminas aislantes o de control solar, comprueba que no tengan burbujas o desgarros. Sustitúyelas si es necesario.
• Controla la condensación y los corrientes de aire: si notas humedad o una corriente de aire, es momento de intervenir.

Conclusión

Las fugas de aire en las ventanas no solo provocan pérdida de calor en invierno: también reducen el confort y aumentan los costes energéticos durante todo el año.

Afortunadamente, identificar y sellar las fugas —ya sea con soluciones DIY o con ayuda profesional— permite mejorar significativamente la eficiencia energética y el confort del hogar.

Revisa tus ventanas con regularidad, sella las nuevas grietas y mejora su rendimiento con láminas aislantes de calidad.

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